19 de septiembre de 2010

Mi vida en Siena

Ciao a tutti!

Aprovecho el ratito libre que la lluvia de Siena me ha proporcionado esta noche para contaros un poco lo que está siendo este primer mes de mi aventura italiana. Supongo que, como todo principio, en un primer momento todo parece más diferente, más raro, más emocionante y más difícil de lo que en realidad es, pero mi visión de las cosas que debía ir haciendo, de como me tenía que ir apañando en mi nueva vida, con la casa, las clases, la ciudad nueva etc. hacían de cada día una aventura. Y es que si juntamos a la novedad que supone para mí esta experiencia, las costumbres italianas y mi habilidad natural ( o más bien la falta de ella) para la orientación, equilibrio, etc. realmente cada día sí que es una gran aventura...

Para que os empeceis a situar, ahora mismo os escribo desde un piso chiquitito en el centro de Siena, muy cerca de la Piazza del Campo, lugar de reunión de todos los estudiantes, erasmus, turistas y sieneses por excelencia. Pero, como no, la facultad que tengo a dos minutos de mi casa no es el lugar donde se imparte el cursillo de Italiano Intensivo para Erasmus al que estoy acudiendo este mes. Ya sabeis que esto sería demasiado fácil. No, la Università per Stranieri di Siena está a las afueras de la ciudad, saliendo de las murallas, por lo cual entra en juego en mi día a día el factor autobús.

Gracias a esto cada mañana es un misterio saber si llegaré a clase o no, y todavía más si volveré a mi casa. Esto lo aprendí ya en mi primer día, cuando estuve más tiempo bucando el bus de vuelta al centro desde la universidad que haciendo la prueba de nivel por la cual estaba allí aquella mañana. Algunos podrían atribuirlo a mi falta de orientación, o a mi desconocimiento de la ciudad. Y a estos les contestaría que perdón, pero es que hasta pasada una hora de búsqueda no se me ocurrió que el arquitecto en cuestión hubiera decidido colocar la parada de autobús en el segundo piso del parking del centro comercial que comparte edificio con nuestra universidad. A esto hay que sumarle que al día siguiente el conductor del autobús 10 decidió que hacía un día tan bonito que no era momento de ir a clase, por lo que me dio una vuelta turística por las afueras de la ciudad durante 40 minutos para volver a dejarme en la misma parada donde me había subido. Y es que claro, también fue culpa mía no darme cuenta que hay dos autobuses 10, uno de los cuales me deja en la universidad, pero claro, es más emocionante ir viendo cogida a la barra si las calles te suenan de algo o no, en lugar de poner una línea 10 bis, o incluso una línea 11.


Pero bueno, como todo principio, esta situación no dura mucho tiempo y a estas alturas ya puedo asegurar orgullosa que las cuatro calles sienesas que recorro para ir a la universidad, comedor universitario, piazza y super me las conozco a la perfección y ya casi nunca me pierdo.

Y así, entre el cursillo, quedadas en el MeetLifeCafé ( el mejor sitio sienés para el "aperitivi", una estupenda costumbre italiana), largas horas sentada en la Piazza del Campo mirando hacia el Palazzo Comunale, y demás, van transcurriendo los días aquí en esta estupenda ciudad, donde los erasmus abundan, la pizza también y si algún día no vemos un desfile con lanzamientos de banderas debemos comenzar a preocuparnos. Pero en general, aun con todas las locuras italianinas, las que yo misma aporto y demás, he de decir que estan siendo unos días geniales, llenos de retos, descubrimientos, gente y lugares estupendos, etc. y que unos principios así prometen mucho y dan ganas de ver como continúa esta aventura.

Muchos besos a todos, y gracias por vuestra atención blogil  =)



2 de septiembre de 2010

Mis principios "italiani"

Hola gentola!!
Aquí estoy otra vez, y ya desde las italias, concretamente desde una casita en el centro de Siena ( que cuenta con wifi, que ya es mucho más de lo que tiene la universidad de la susodicha ciudad, pero eso será otra historia) para contaros el viaje y el desembarco que me han llevado a mi situación actual de Studente de la Università per Stranieri de Siena, donde durante el próximo mes acudiré, si no me pierdo y los autobuses y autobuseros me lo permiten, a un curso intensivo de italiano. Pero la historia de mis primeros días también merece una entrada propia, así que comenzaré contando la entrada triunfal de mi familia y mía al país con forma de bota.
Y es que, según lo vivido en la escasa semana que llevo aquí, ya me estoy pensando el cambiar el título del blog a Reflexiones de una jocosa en el país de los lunáticos. Ya desde el principio, debería haber sospechado algo, cuando el magnífico Tomtom con el que contábamos, a la frase de "Ha llegado a su destino" nos dejó sutilmente en una especie de cobertizo, donde pretendía que pasáramos la noche junto a una familia de jabalíes y otra de gallinas. Al intentar salir de allí y encontrar la que esperábamos sería nuestra casa verdadera ( o algúna otra de emergencia visto lo ocupada que estaba la otra) y preguntar a una autóctona con nuestro "italiano" ( el italiano familiar consiste en hablar castellano con acento italiano y gesticulando mucho, consiguiendo el fabuloso efecto Antonia Dell'ate enfadada) al acabar de indicarnos se despidió con un "y disculpad que mi francés no sea mejor"
A todo esto lo siguieron aventuras varias, como hacer turismo automovilístico por Florencia durante dos horas porque los unicos parkings eran regentados por hombres con traje de rayas y sospechosos estuches de violín, carreteras cortadas que aislan pueblos e impiden las visitas turísticas, guías de la familia ( véase il mio fratello) que en los Palazzos centran su tour en ventiladores ("cuenta además con tres velocidades, rápido,medio y lento")y extintores del s. XXI en lugar de los frescos y las esculturas, la odisea de encontrar internet en Siena, herramienta necesaria para encontrar la dirección de mi casa, que obviamente no me había apuntado en un papel mientras aun estaba en Castellón ( ya me conoceis, habría sido demasiado fácil) que acabó con la necesidad de hacerme pasar por una estudiante de una universidad que no era la mía, conseguir que una estudiante me dejase su clave y así conseguir con un Mac en italiano que no sabía ni encender poder encontrar la casa en sí, por la cual acabábamos de pasar...
Bueno y de esta forma tan triunfal y casi sin tropezones, ha sido mi entrada en el país donde voy a vivir los siguientes meses. Pero esto no ha hecho más que empezar, pronto os llegaran noticias de mis primeros días erasmusiles y en clase ( que se podrían titular "Laura y los autobuses italiani), que todavía prometen más, pero ¿qué se podría esperar de un país donde las fiestas de los pueblos son del 29 al 39 de agosto? ( no hay foto, porque cuando fui a hacerla ya habían quitado el cartel, pero esto además de verídico es cierto)


Bueno, gracias a todos por vuestro tiempo, y ya os ire contando más cosillas.

Mille bacci!! =)