Así que, todo esto empezó cierto lunes después de la Magdalena, cuando me decidí a ir a la universidad un rato antes de empezar las clases , a adelantar algo de toda la faena que no había tocado durante los nueve días de fiestas. Lo primero que hice al enchufar el ordenador, fue mirar si ya habían salido las listas Erasmus, pero claro, atendiendo al funcionamiento de la UJI, allí no había nada colgado. Así que me puse a la faena.
Duré 5 minutos, ya que, obviamente, sólo cerrar toda página relacionada con la universidad, unas compañeras empezaron a chillar por detrás de mí que ya habían salido las famosas listas, y que a mi me habían dado mi plaza italiana cono olor a vinagre. Después de tirar al suelo todo lo que tenía cerca ( menos mal que el teclado y el ratón no eran inalámbricos ) me aclaré a volver a ver las listas y comprobar por mí misma que aquellos chillidos tenían algo de razón. Nunca me había costado tanto reconocer mi nombre en algún sitio, pero después de leerlo unas veinte veces de verdad me creí que aquella Laura nosequé era yo. Volví a tirar lo poco que había podido recoger del suelo y me fui corriendo. Tardé unos segundos en darme cuenta que me había dejado el ordenador abierto, a falta de un cártel de "estas son mis contraseñas varias, cógelas" por lo que volví corriendo y tropezando ( conceptos cada vez más ligados para mí) a cerrarlo todo bien.
Entonces, me vino un momento de crisis. Estaba "sola" en la universidad. En el momento que más necesitaba a alguien para que mis gritos y desvaríos no se agravaran pareciendo monólogos, va y me vengo sola a la universidad para hacer un trabajo. Así que me fui corriendo al rectorado, para comunicárselo a amigas varias que trabajan allí. Pero por el camino empecé ya a llamar a una persona, y a otra y otra, chillando con unas, despertando a otras ( o llamando a sus casas para que los despertasen y pusiesen el teléfono en la oreja) por lo que cuando llegué a la puerta del rectorado, iba hablando por teléfono, por lo que no entré, pero como no dejaba de hablar con gentes varias, pasé media hora acercándome y alejándome de aquellas puertas automáticas, viendo las caras de "menuda loca de la colina" de la gente que trabajaba dentro.
Cuando por fín pude entrar, llegué corriendo a un despacho mágico donde celebraron mi noticia haciendo bailar a una vaca decorada con globos (no es una metáfora de nada, realmente había una vaca mágica en una mesa que cantaba y bailaba) y del que salí con un globo en la mano donde iba escrita mi novedad. Visité algun despacho más, me fui encontrando a gente por la universidad, pero la verdad es que estuve una hora paseándome por la UJI, con un globo bastante grande en la mano, un movil en la otra y chillando y dando vueltas como si estuviera ensayando yo sola un vals, pero en vez de con un vestido en la mano a lo Princesa Cisne con carpetas, agendas y trastos varios que quedan mucho menos glamuroso al dar vueltas.
En resumen, todo aquello valió la pena por poder acabar entrando en el aula de Informática con un globo mágico en la mano, una cara de loca pero feliz, y pasando de esta guisa por delante de un profesor al que, justo al conocerlo, tiré sus gafas al suelo mientras le trataba de explicar el porque quería cambiarme a su grupo porque, pudiendo hacer de gusiluz (digamos que mi cara en aquel momento parecía uno de esos faroles chinos con los que Mulán consiguió escapar de aquel huno tan feo) el primer día de clase, para que vas a entrar de una forma normal? eh??
Así que, viendo estos inicios, quien sabe como acabará todo esto?? sólo espero poder reirme aunque sea la mitad de lo que me reí aquel lunes postfestero.
PD: no garantizo que esto llegue a colgarse, que alguien lo lea, o que acabe siendo un texto de esos que salen a veces donde todo son símbolos y cosas raras, ya que no tengo ni idea de como funciona esto aun. Espero que tanta reflexión e ida de olla pueda ver la luz. =)
